Por Miguel Florentino Jiménez
Cuando analizamos el éxito en cualquier actividad, podemos observar cómo se ejecuta algunos principios y estrategias basadas en el compromiso, responsabilidad y sobretodo en honrar la palabra. No puede haber éxito en una actividad comercial, política o social sin estar presente estas cualidades o condiciones.
Para que una gestión municipal sea verdaderamente exitosa, debe tener compromiso, planificación, conexión con la sociedad pero sobre todo honrar la palabra empeñada, no debe mentir ni ser populista pues son de las cosas que no se perdona.
Muchas veces cuando se está en un cargo público nos creemos semi-dioses y que todo lo podemos hacer, grave error pues ahí comienza el deterioro de esa gestión.
Los políticos en nuestro país debemos entender que la base de sustentación de cualquier gestión municipal o gubernamental es la dirigencia del partido que lo postuló, aliados y personas que le aportaron de manera desinteresada.
Cuando se incumplen con estos compromisos políticos comienza la gestión municipal en picada, no importa lo que se haga en favor de la colectividad, no importa las obras construidas o las inversiones en favor del municipio, para una gestión municipal exitosa debe haber una satisfacción colectiva dentro del partido político que está representado en el alcalde.
Una verdadera gestión municipal debe basarse en el respeto a las personas, al cumplimiento de las leyes, en valores y especialmente en actuar con la verdad.
El tiempo pasa rápidamente por tal motivo hay que aprovechar cada momento, observemos a nuestras autoridades y su accionar para que podamos evaluar sus gestiones y de esta manera sabremos quienes son.
El autor es: Abogado, articulista y comentarista de radio y televisión